lunes, 26 de diciembre de 2016

MUJERES TRANSGRESORAS  EN URUGUAY. CASOS DE DELMIRA AGUSTINI, CARLOTA FERREIRA, BLANCA LUZ BRUM, CLARA GARCIA DE ZUÑIGA Y PETRONA VIERA.
SU PROYECCION EN EL URUGUAY ACTUAL

               Son cinco mujeres que vivieron entre los siglos XIX y XX en el Uruguay modernista.
 Sus figuras emergen para hacernos pensar sobre la evolución del papel de la mujer y su repercusión en nuestro presente.
               De estas cinco tres tomaron la pluma, dos decidieron tener vida propia abandonando prejuicios sociales, y otra tomó el pincel a pesar de sus limitaciones físicas y en épocas donde los artistas eran hombres.
               Su denominador común: vivir en una época donde la mujer sólo podía dedicarse a tres actividades: esposa, madre o religiosa. Y siempre guiada por el padre, el marido o el hermano, si quería  ser aceptada dentro de una sociedad pacata y machista.
               Tuvieron todas estas mujeres vidas diferentes, algunas con finales trágicos como Delmira y Clarita (García de Zúñiga) otras con aspiraciones políticas y ambiciones financieras como Blanca Luz y Carlota Ferreira.
               La meta de todas fue trascender a través de la escritura, la pintura,  tener imagen propia, y ser algo más que un objeto decorativo.
               Todas pertenecieron a la clase alta montevideana y buscaron ahuyentar la ignorancia y la rutina, rompieron cadenas y esquemas prefijados y si bien algunas no tuvieron formación universitaria se cultivaron en su casa y en varias disciplinas -como Petrona y Delmira y apoyadas por sus padres –en especial Delmira y Petrona.
               Delmira eligió la poesía, apoyada por  su padre que hizo gestiones para que publicara su primer libro llamado ¨El libro Blanco¨.
               De algunas de estas mujeres se habló mucho, y tuvo mucha prensa y cotilleo, como Delmira  Agustini durante su etapa de escritora y más aún cuando fue asesinada por su marido Enrique Job Reyes. De Carlota Ferreira no se destacaron sus virtudes artísticas pero si se la recuerda por ser la amante y  musa inspiradora del pintor Juan Manuel Blanes (1), uno de los hombres influyentes  de la época. Además se relacionó con otros hombres destacados lo que le dio un halo de Mata Hari, incluso su muerte se parece a la de esta mujer intrigante surgida durante la Guerra Fría.
               Más prensa aún la tuvo Clara García de Zúñiga que aparte de vestir a la última moda europea y tocar operas en el piano tuvo una vida escandalosa lo que llevó a que su marido la recluyera en la torre de su mansión y la hiciera declarar loca. Su casa, diseñada por el arquitecto Raffo es  hoy es sede del Museo Blanes en el Prado, y entre su colección está el famoso cuadro de Clarita en el hall de entrada. Su historia ha sido relatada en diversas publicaciones. Su hijo varón  fue un personaje muy cuestionado llamado Roberto de las Carreras -un dandy - llamado ¨el bastardo¨ por las malas lenguas dado su origen. Sus genes rebeldes lo llevaron a rechazar a la sociedad de control y la llegó a llamar ¨aldea¨ luego de vivir en Europa.
               La clase alta la mayoría descendía de inmigrantes, vivía en palacetes y tenían carruajes para su traslado. Poseían además casas de descanso en Villa Colón, en el Prado, chacras y quintas en Canelones –como la casa de Capurro- y en otros lugares del país como Piria que fundó una población en Piriápolis –Maldonado, hoy balneario.
               Como broche de oro su posición social les permitía tener sirvientes (2)
                    La mujer de que hablamos era elegante, usaba guantes traídos de París, pero no salía sola y no decidía sobre su destino y sobre temas de política, religión, etc.  Recibía educación en idiomas, piano, costura  dentro de su recinto domiciliario.
               De las mujeres que tratamos todas han dejado huella a través de su obra, como la poetisa Delmira Agustini, la escritora y abanderada en política y periodista Blanca Luz Brum –que viajó bastante y se casó con el poeta Parra del Riego y con el muralista Siqueiros- y la pintora sordomuda  Petrona Viera –hija del Presidente Feliciano Viera. Esta siguió la corriente planista y dejó un importante legado pictórico que hoy disfrutamos.
               Todas ellas al morir pasaron a formar parte de un MITO, trascendieron su época y fueron producto de una época conservadora que fue acicate para sus deseos transgresores.
                    Buscaron luz propia, y a partir de esas vidas, otras vidas fueron inspiradas con su halo renovador.
               Ya en el S.XX pasamos a tener voto femenino y divorcio, logros que sustentaron el camino a la libertad de pensamiento, de trabajo, de decisión y elección. Hoy tenemos diputadas, senadoras y Ministras, empresarias y profesionales en diversas especialidades.
               El camino para tener logros por parte de las mujeres  no ha concluido y falta mucho por recorrer. Aún no hemos tenido una Presidenta mujer como ha pasado en Chile, Argentina y Brasil –dentro del contexto latinoamericano.
               Estas pioneras quebraron su lanza para tener vida propia, alzaron su voz en un mundo varonil, y algunas lo pagaron caro –con su vida.
               Aún hoy en el siglo XXI la sociedad uruguaya está impregnada de halo machista.
               Según estadísticas y encuestas cada 13 días matan a una mujer por temas de violencia doméstica y de género en Uruguay.  En un país como Uruguay de sólo 3 millones y medio de habitantes es una cifra asombrosa –parecida a España y Argentina.
               La mujer de hoy estudia, trabaja, y permanece menos tiempo en su casa. Cuando está  en ella debe atender tareas domésticas, hijos, etc. Esto desborda su capacidad de superación en otras áreas. Pero esto no ha impedido que muchas completen estudios, ganen becas y ocupen puestos destacados.  Se vive en un tiempo acelerado, donde hemos perdido la capacidad de sentarnos a dialogar,  lo que propiciaría  una mayor unión familiar.
               Los avances científicos, tecnológicos han permitido una mayor calidad de vida a la familia. Pero aún no se logra el equilibrio adecuado para que la mujer se potencie -sin ser la mujer maravilla, y lo que falla hoy día debe ser la falta de comunicación – a nuestro modesto entender.
               La sociedad debe evolucionar sin perder armonía y la buena convivencia es un factor importante para que no se repitan sucesos que provoquen desequilibrio familiar, por factores emocionales  y de convivencia, que llevan a sucesos trágicos.
               La mujer debe ser dueña de su destino  sin descuidar valores familiares que se deben seguir preservando para futuras generaciones.
               Estos temas tan delicados deberían ser tema de investigaciones multidisciplinarias de sicologos, sociólogos, historiadores, urbanistas y otros especialistas  y que escapan a lo brindado en este artículo.
En Wipipedia leemos:
 ¨Memorial
La ciudad de Montevideo cuenta con un espacio memorial dedicado a Delmira Agustini y a todas las víctimas de la violencia de género ubicado en la calle Andes 1206, donde Delmira fuese asesinada por su exmarido. Es una obra del artista Martín Sastre y fue inaugurado en el año 2014 al cumplirse 100 años del asesinato de la poeta…¨


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(1) Carlota fue modelo de Demonio, mundo y carne cuadro realizado por Blanes en 1886 y de su propio retrato Carlota Ferreira hoy expuesto en muestra permanente en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo.


(2), Barrán-Nahum. ¨El Uruguay del 900¨

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FOTOS DE: Carlota Ferreira - obra de Blanes, Blanca Luz Brum, Clara García de Zúñiga, Delmira Agustini, Petrona Viera.
Obra ¨Recreo¨ 1924 de Petrona Viera.







LIBROS INSPIRADORES.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:

1.       Arocena, Pablo. De Ramones y Matildes.- Crónica de una Familia Rioplatense.-  1ª.ed.- Buenos Aires: Planeta, 2004.   376p.

2.       Domínguez, Carlos Ma. El bastardo. La vida de Roberto de las Carreras y de su madre, Clara. – Montevideo:  Sudamericana, 2012.
  
3.    Fischer, Diego. Carlota Ferreira. Retrato de una mujer que se inventó.- 1ª.ed.- Montevideo: Sudamericana, 2015. 253p.

4.       Fischer, Diego. Serás mía o de nadie. La verdadera muerte de Delmira Agustini.- Montevideo: Sudamericana, 2013.  254p.


5.       Vigil, Mercedes. Clara, la loca. -8va. Ed.- Montevideo: Planeta, 2010.  238 p.

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